miércoles, 14 de octubre de 2009

LA JERARQUIA DE LOS PERROS


Articulo extraído de www.enplenitud.com

El comportamiento del perro se rige por un código estricto de jerarquía social dentro de la manada. Los perros están más contentos, seguros y son más dóciles cuando se les da una orientación clara de cómo tendrían que vivir.

Si no ven señales de liderazgo de parte de sus dueños, los perros se sienten responsables de cuidarlos y de adoptar el papel de líder, independientemente de si se sienten capaces o no para llevar a cabo esta tarea. Cuando un perro se ve como líder de la manada, o sea la familia, es cuando empiezan los problemas y las reacciones del perro ante diferentes situaciones de la vida cotidiana, que equivocadamente se consideran como un "mal comportamiento".

Facilitarle al perro el reconocimiento del liderazgo de su dueño le permitirá relajarse y disfrutar de la vida, al saber que siempre hay alguien dispuesto a cuidar de él y protegerlo.

La llegada del cachorro es un acontecimiento muy especial en la familia. El dueño debe ganarse el respeto del animal desde el primer momento. No se debe caer en el error de disculparlo cuando comete una travesura o falla en el comportamiento, sólo por ser un cachorro, ya que provocaría consecuencias en la personalidad del animal. El respeto deber ser mutuo puesto que el dueño también debe considerar al perro sin abusar de su superioridad.

Todo aquello que se le permita hacer al cachorro será mas difícil de rectificar cuando sea adulto, ya que el perro lo habrá relacionando como correcto y cada vez acentuará más las malas costumbres.


Educar sin temor

El perro debe tener respeto a su dueño, pero no debemos confundir el respeto con el miedo. Ese respeto se pierde con facilidad si se golpea al perro, si se le castiga o regaña sin que éste pueda averiguar el motivo. Podemos prohibir cien veces a nuestro perro que vaya al jardín del vecino a jugar y será inútil. Podemos emplear castigos "casuales", como por ejemplo, si durante una de esas excursiones se vuelca un sillón del jardín, el perro se asustará y en el futuro evitará este terreno.

Reconociendo quién es el líder

El perro es un animal de manada que vive jerarquizado. Así, la situación resultará problemática si ningún miembro de la familia muestra características de liderazgo y si faltan reglas para la convivencia. En tal caso el perro asume el papel directivo y considera al resto de la familia como subordinados. Desde el primer momento hay que imponer reglas de convivencia que le mostrarán su rango inferior, pero para ello no debemos ser especialmente rigurosos ni recurrir a la violencia física.

Debemos poner límites al perro con coherencia, es decir, mostrar determinación sin ser condescendiente. Entender que nuestro perro no es capaz de comprender, ni de compartir los valores humanos será el punto de partida para una buena relación. Tratarlo como un animal no es ni despectivo ni inmoral: es lo correcto y lo adecuado.

El perro será más feliz si se ve tratado como a uno de su especie, y más si conoce cuál es su puesto dentro de la jerarquía que compone su manada, sin tener que verse en la obligación de competir continuamente con nosotros para mantener ciertos privilegios que sin duda, no le corresponden.

Para indicar al perro que somos de rango superior a él debemos seguir unas pautas que no son otras que las costumbres y la forma de actuar que en la manada distingue al “perro líder”:

- El líder duerme donde quiere y no comparte su lecho. Es contraproducente por tanto dejar al perro dormir en nuestra cama

o en sillas y sillones. Él debe considerar esos lugares como nuestros y debe respetarlos.

- El líder come el primero y lo mejor. El perro come luego del amo, en último lugar. Cuando hayamos terminado nosotros y la mesa esté recogida, llega el momento para que él coma. Es fundamental no darle de comer cuando el perro lo pida.

- El líder pasa primero siempre. Si observamos una manada de lobos o perros veremos que el líder va siempre el primero seguido del resto. Nosotros pasaremos siempre primeros por las puertas, pasillos, etc. Si queremos ir hacia algún sitio y el perro nos lo impide le indicaremos que se aparte o se levante si estuviese sentado o echado. Si no lo hace, lo apartaremos nosotros suavemente.

- Al líder siempre se le responde a sus demandas de afecto. No siempre que el perro nos demande afecto debemos dárselo. Es bueno que muchas veces lo ignoremos. No por ello va a sufrir. A cambio, cuando nosotros querramos, nos acercaremos a darle mimos.


- El líder siempre demuestra que es líder. ¿De qué sirve que el perro se siente o se eche cuando se lo mandan? Podría parecer un abuso inútil, una limitación de su libertad, pero no es así. Todo perro que, desde joven, aprende a sentarse y echarse, adquiere la buena costumbre de acatar la voluntad de quien está por encima de él. Estas órdenes básicas son especialmente útiles para evitar travesuras y tener el control sobre nuestro fiel amigo.

Poner en práctica estas reglas será beneficioso para su perro, ordenará sus hábitos y lo hará sentir más seguro y contenido frente a su rol en la familia.

jueves, 8 de octubre de 2009

MI PERRO ME HABLA



Hola amigos, en realidad esto es algo que NO debes hacer con tu perro cuando sales, pero era tan gracioso lo que hacía mi mascota tirro, que decidí compartirlo con ustedes. Lo que él expresa en realidad, es la típica ansiedad de la separación, y es algo que se puede evitar tranquilizando al perro con voz calma pero actitud firme.

LOS PERROS Y EL SUEÑO



Articulo extraído de www.mascotasyhogar.com
Quién no se ha parado a observar a su can mientras duerme? Al igual que nosotros, los perros sueñan. El mejor amigo del hombre no deja de sorprendernos y es capaz de gesticular, ladrar, lloriquear y mover las patas en el transcurso de la noche. Todo el mundo habrá podido ver manifestaciones de este tipo pero… ¿qué hay realmente detrás de ellas? Soñar es importante ya que, gracias a este proceso, nuestra mascota podrá procesar la información adquirida y guardar los datos necesarios en la memoria, por eso el buen descanso para él se convierte en una de nuestras preocupaciones prioritarias.

Un perro adulto duerme al día una media de de 13 horas. Sin embargo, los cachorros necesitan pasar un 90% de su tiempo durmiendo. Aún así, debemos intentar hacer coincidir su descanso con el nuestro. Es importante que el can se acostumbre a nuestro ritmo de vida, de esta forma evitaremos futuras molestias durante la noche.


En general los primeros días de un cachorro en su nuevo hogar pueden ser difíciles a la hora de conciliar el sueño. El echar de menos a su madre o a sus hermanos es algo común y lo mejor que podemos hacer es darle objetos para que se entretengan: peluches, ropa con nuestro olor o incluso un reloj con el fin de que simule el latido de un corazón. Si nuestro perro es de baja alzada, puede dormir en casa. Bastaría con proporcionarle una cesta provista de un colchón o varias mantas colocada siempre en el mismo rincón.

Por el contrario, otras razas deben estar fuera de la casa, bien por falta de espacio, bien porque están destinadas a la guarda. Lo mejor es fabricar una caseta y que tu ejemplar llegue a reconocerla como suya propia y de nadie más. Sería su lugar de descanso y un refugio seguro, además de mantenerle a salvo de las inclemencias climatológicas. Para el interior de la misma, materiales como piel, plástico o tela pueden asegurarnos un buen aislamiento y protección. Las casetas pueden ser de todos los colores y de todas las formas, pero lo realmente importante es que se conviertan en un espacio reservado y acogedor para tu fiel compañero.


LOS CACHORROS Y SU CONVIVENCIA ARMONICA CON LOS HUMANOS

Extraído de www.mascotasyhogar.com


Consejos para una convivencia armónica
El recibimiento del cachorro es motivo de alegría pero también de atención extra. El interés y el cariño por nuestro perro no puede fluctuar de la noche a la mañana, puesto que esto provoca confusiones. Si fingimos una pelea con un perro joven, éste debe codificar a la perfección que se trata de un simple juego. El secreto está en no dejar que se coloque encima de nosotros porque esto indica que nos quiere demostrar que nos domina. Se lo impediremos siempre y, si insiste, le colocaremos con firmeza en el suelo reteniéndolo sin dubitar.

En el mercado existe una gran cantidad de juguetes especialmente diseñados para los perros de diferentes edades. Solamente tendrá acceso a aquellos objetos que hemos determinado que sean de su propiedad. Es muy importante que le quitemos cualquier cosa que no sea suya.

Uno de los aspectos que podemos poner en práctica para que nuestro perro no se tome excesivas confianzas es establecer una especie de intercambio: una orden, un premio. Esto hay que tenerlo muy en cuenta con las caricias. Puede que tengas unas ganas increíbles, nada más llegar a casa, de acariciar a tu perro pero, si quieres educarle bien, primero mándale una orden sencilla (sentarse por ejemplo), y después ya podrás demostrarle tu cariño.

La justicia será la máxima que impere en tu trato con el perro. No puedes castigarle sin motivo, pero tampoco puedes dejar de premiarle si ha hecho algo bien. Un problema típico es el que surge cuando tú conoces todas las premisas que aquí te indicamos y el resto de tu familia no. Los perros son muy astutos y saben cuándo alguien comete un error. Si tienes niños en casa y hacen alguna de las suyas sin ser reprimidos, aunque sea mínimamente, tu can lo tomará como una ofensa. También es importante que si tú te has presentado como el líder y tu cónyuge te echa una reprimenda, el perro lo entenderá como una oportunidad para aumentar su rango.

EL CARACTER DE LOS PERROS Y EL TEST DE CAMPBELL


Artículo extraído de www.mascotasyhogar.com


En el momento de comprar un perro nos enfrentamos a una gran duda: ¿qué carácter tendrá mi futura mascota? ¿Será compatible conmigo y con el resto de mi familia? La raza a la que pertenezca el can sirve de guía y puede proporcionarte algunas pistas acerca de cómo se comportará el cachorro una vez sea adulto, pero también existe otro método muy utilizado. Se trata del test de Campbell, un sencillo examen que te preparará ante las reacciones del perro.

Los perros se desarrollan en manadas. Para ellos, la sociedad canina a la que pertenecen les imprime modelos de conducta y formas de actuar determinadas. Al llevarnos un cachorro a casa, los roles cambian puesto que el ambiente genuino se abandona. La capacidad de adaptación es una característica que se aplica a todas las razas en general. Ya sea en mayor o en menor medida, la domesticación del can y la aceptación por parte del mismo de las nuevas normas serán tareas que se completarán con el tiempo.

Jerarquía: demuéstrale quién es el jefe
No hay nada mejor para el desarrollo feliz de un perro que éste sepa desde el primer instante quién lleva la voz cantante dentro de la 'manada' en la que ha sido adoptado. Recuerda que tu autoridad como amo puede encontrar obstáculos en la personalidad y en el carácter del perro, por eso es vital que sigas unas pautas establecidas y que no cometas errores. Cualquier paso en falso confundirá a tu animal de compañía y le invitará a amotinarse.

Se debe encontrar un punto de equilibrio entre el castigo y el premio. No conviene actuar como dictadores pero tampoco se puede ser absolutamente condescendientes con todos los caprichos del cánido. Debemos ser justos para evitar rebeliones. Los perros dóciles y sumisos exigen pocos esfuerzos, pero un perro con genes dominantes debe aprender a respetarte dentro de unos límites que tú te encargaras de marcar. Puede suceder que por ignorancia, pasividad o apatía, nuestra mascota concluya que el poder no existe. Por lógica asociación, será el perro el que asuma el papel de líder dentro de la casa y no podemos dejar que esta situación tenga lugar.

TEST DE CAMPBELL


Si tienes la oportunidad de realizar este test antes de llevarte el perro a casa, sabrás si tu mascota se adecuará a las necesidades que demandas, ya sean seguridad en la vivienda, defensa ante extraños o simplemente cariño y compañía. El archiconocido Test de Campbell permite desvelar la incógnita del carácter en perros mestizos y también puede orientar, en caso de que el perro sea de raza pura, en cuanto a los rasgos de personalidad más sobresalientes de cada cachorro de la camada.

Las condiciones previas para que los resultados tengan la mayor fiabilidad posible son varias. En primer lugar, la persona que analice al cachorro debe ser un extraño para él. En segundo lugar, es conveniente que las pruebas se realicen en un terreno aislado al margen de posibles influencias externas como objetos, ruidos u otros transeúntes. Por último, el test debe realizarse de modo espontáneo y manteniendo en todo momento una postura imparcial, sin represalias y sin recompensas.

1º TEST: 'Atracción social'
Colocar al cachorro dentro del recinto y, en silencio, alejarse unos pasos en sentido opuesto al lugar de entrada. Arrodillarse y golpear las palmas suavemente para llamarle la atención.

Respuesta:

  • Viene enseguida, con la cola levantada, dando saltitos y mordisqueando las manos.
  • Viene sin dificultad, con la cola alta, dando con sus patas en las manos.
  • Viene sin dificultad, pero con la cola baja.
  • Viene titubeando
  • No viene.

2º TEST: 'Seguir al pie'
Situado al pie, al lado del cachorro, comenzar a caminar asegurándose de que el cachorro se da cuenta.

Respuesta:

  • Sigue sin dificultad, cola arriba tratando de mordisquear los pies.
  • Sigue sin dificultad, cola arriba, a sus pies.
  • Sigue fácilmente, con la cola baja.
  • Sigue titubeando, con la cola baja
  • No sigue o se aleja hacia otro lugar.

3º TEST: 'Obligación'
Colocar al cachorro en el suelo, boca arriba y mantenerlo así unos treinta segundos, apoyando la mano sobre su pecho.

Respuesta:

  • Lucha vigorosamente, se debate y muerde
  • Lucha vigorosamente
  • Se debate y se queda quieto
  • No se mueve, lame las manos

4º TEST: 'Dominación social'
Arrodillado al lado del cachorro, golpeando suavemente en la parte superior del cráneo, bajando a lo largo de la columna vertebral sobre el dorso y acariciarlo a contrapelo sobre la misma región durante treinta segundos.

Respuesta:

  • Salta, da patadas, muerde y gruñe
  • Salta, da con las patas
  • Se retuerce, lame las manos
  • Se da vuelta boca arriba, lame las manos
  • Se aleja y no vuelve

5º TEST: 'Dignidad'
Colocar las manos entrecruzadas bajo el tórax del cachorro y levantarlo de manera tal que sus patas no toquen el suelo. Mantenerlo en esa posición durante treinta segundos.

Respuesta:

  • Se debate enérgicamente, muerde, gruñe
  • Se debate mucho
  • Se debate, se calma y lame las manos
  • No se mueve y lame las manos

Análisis del resultado

  • Dominante agresivo: (dos "1" con algún "2"): Cachorro dominante y agresivo. Habrá que tratarlo con cuidado, no pegarle nunca, pues aumentaría su agresividad. No conviene hacerlo rabiar, por lo que no es aconsejable su trato con niños. Este cachorro llevado de una forma suave, pero firme, se convertirá en un adulto capaz de reacciones defensivas en caso de peligro.
  • Dominante: (Tres o más "2"): Perro dominante. Si se le consienten los caprichos, se volvería insoportable. Debe ser educado con suavidad, pero con firmeza. No se aconseja su convivencia con niños.
  • Equilibrado: (Tres o más "3"): Un perro relativamente equilibrado, capaz de integrarse sin problemas a cualquier hogar. Ni demasiado agresivo ni demasiado sumiso. Puede convivir tranquilamente con los niños.
  • Sumiso: (Dos o más "4" con una o varios "3"): Perro muy sumiso, muy sensible a las reprimendas, necesita mucho cariño. Si se le castiga demasiado, podrá hacerse pipí por sumisión. Conviene darle confianza a sí mismo. Podría morder por temor si se siente acorralado e incapaz de huir. Sensible y cariñoso. Puede convivir con niños.
  • Independiente: (Dos o más "5"): Cachorro muy difícil de educar. Independiente, solo hace lo que le da la gana. Puede atacar y morder si se le castiga, incluso volverse extremadamente feroz. Evitar su contacto con niños.

Reportajes recomendados:

Los perros y su lugar en la familia
Principales aspectos de la psicología canina
Inteligencia canina: ¿cuestión de raza?

Redacción/Misanimales.com

martes, 6 de octubre de 2009

EL LENGUAJE CORPORAL DE LOS GATOS



Extraído de www.enplenitud.com


La forma en que los gatos posicionan su cuerpo, junto a otros signos provistos por la cola, las orejas, los ojos, la voz, e incluso el pelaje, debe ser observada para descubrir en forma adecuada cuál es el estado emocional del animal.
Un gato que disfruta de las caricias de la cabeza a los pies seguramente arqueará su espalda para maximizar el contacto con tus manos.

En otra situación, su espalda arqueada podría significar que ni siquiera deberías acercarte o podrías salir lastimado.
A continuación, tres posturas de un gato y lo que significan:
• Inquisitivo: un gato curioso y amistoso se encuentra relajado, avanzando hacia delante con su cola levantada. Las orejas se encuentran también levantadas, y apuntando ligeramente hacia los costados.
• Defensivo: un gato que está enojado o asustado arquea su espalda e infla su pelaje en la clásica pose del “gato de Halloween”.
• Agresivo: un gato que va a atacar camina bajo, con la panza cerca del piso, y la espalda ligeramente más elevada que la cabeza, listo para echar a andar sus piernas poderosas y avanzar a toda velocidad.

El pelaje sobre sus hombros se encuentra erizado, al igual que los pelos sobre su cola. Debes tener cuidado con este gato. Lo mejor es mantenerse alejado.
Cuando un gato adopta una postura defensiva o agresiva, lo mejor es dejarlo solo. Incluso cuando se trate de tu gato, busca darle un tiempo para tranquilizarse antes de intentar volver a acercarte. Él estará bien después de un rato. Recuerda que hasta los gatos más tranquilos tienen sus rabietas.

EL MACHO ALFA




Articulo originado en www.enplenitud.com

En las manadas, el concepto de jerarquía implica un escalafón entre los miembros de una manada o grupo. Los perros forman grupos estables y duraderos al igual que las manadas de lobos en libertad. El mando absoluto lo ostenta un macho que normalmente es el que más batallas ha librado y mejores resultados ha obtenido.

Lo secunda una hembra, subordinada al macho, pero que ostenta el segundo grado en el escalafón, es decir, en el caso de los lobos, solo puede ser montada por el macho dominante.

Después de estos dos "patriarcas", la jerarquía se completa con los machos y hembras subordinados quienes al paso del tiempo, se convertirán a su vez, en dominantes bien por la disputa y victoria sobre el Jefe o por la muerte de éste.
Una amiga me comento que sus dos perras se peleaban por la comida y una con tal de ganarle a la otra se comía todo y dejaba a su compañera sin comer, aunque después tuviera que vomitar, me comentó “que mala que es esta perra ¿no?” …y yo le dije: “Los humanos somos peores”.
Respecto de la similitud de actitudes entre los humanos y los animales, hay muchos ejemplos: Tener sexo con la hermana de tu novia no importando que pierdas su amor, por demostrar a tus amigos lo hombre que eres; irte de pinta con tus compañeros de escuela o no estudiar para un examen por irte a una fiesta para quedar bien con un grupo de amigos, aunque te expulsen o te reprueben, coquetearle al esposo de tu amiga para que ella se de cuenta de que eres mejor, aunque pierdas su amistad.
Las consecuencias pueden ser terribles, y lo sabemos, pero nuestro ego o la necesidad de estar en competencia constantemente nos hace cometer todos estos errores.
En el caso de las mascotas, si nosotros perdemos el dominio sobre ellas, es porque encontraron nuestro punto débil, (chantaje); aullar, vomitar ponerse de panza, esconderse. En el fondo es lo mismo que hacen los niños: llorar, berrinche, esconderse, gritar. Ellos, los animales son muy parecidos en ciertas actitudes, a los niños. Esto quiere decir que desde pequeños aprendemos a buscar el punto débil de la autoridad para poder subir de jerarquía.
Qué sucede cuando estamos en la escuela?: queremos ser el más popular o el líder, porque representa al mas guapo o inteligente o divertido, o el que trae más regalos o le compra tortas a sus compañeros. Queremos ser el líder porque obtenemos la mayor atención, pero también adquirimos responsabilidades a las que tal vez no estemos preparados, pero poco importará, dado que harás hasta lo imposible por obtener el poder. (Como en la política, todo buen político debe saber mentir).
En psicología experimental se suele llamar Alfa al individuo de mayor rango y Beta al subordinado. El concepto de dominancia implica una relación asimétrica, entre dos individuos, que se manifiesta en dos niveles de interacción.
El beta recibe la mayor parte de las comunicaciones agonísticas o sea cualquier actividad que incluya agresión, conciliación y retirada, que se producen entre los dos.
También cuando se disputa una fuente de recurso es el Alfa el que la consigue en la mayoría de las ocasiones. Una vez establecidas las relaciones de jerarquía, la agresividad deja de estar presente en casi todos sus actos sociales.

El estrés es más frecuente en los individuos de menor rango, sometidos casi siempre a un continuo "debate" por un aumento de puesto en el escalafón. Por el contrario, en los dominantes, el nivel de estrés crónico disminuye como consecuencia de la falta de agresiones que sufren por parte de los subordinados.

Volviendo al animal, para mantener relaciones estables o equilibradas con sus iguales sin necesidad de enfrentamientos directos y constantes, el perro ha desarrollado todo un lenguaje corporal que establece claramente, "quién manda", en las interacciones cotidianas. El Beta demostrará sumisión cuando se encuentre en peligro de agresión y el Alfa tranquilizará al resto de la manada, con su presencia aplomada y tranquila.
Eso es dominancia por respeto, no por miedo, lo que en el humano se llama DEMOCRACIA.
La tendencia a la dominancia es parte hereditaria y parte educación de la hembra a los cachorros.

El cómo se mantenga esa tendencia una vez que el perro crezca o si llegará a ser o no un rasgo negativo, dependerá de la crianza que le demos nosotros, especialmente en la etapa crucial llamada imprinting, (es la primera huella imborrable que quedará en el animal y que condicionará el resto de su vida, afectando a la socialización con otros perros, con los seres humanos y con su integración en la familia).

Primero aprende las conductas caninas con su madre y sus hermanos de camada. Las experiencias que viven en esta etapa serán fundamentales en el desarrollo y formación de su futuro carácter. Por lo tanto, es fundamental no separarlo de su madre y de sus hermanos demasiado pronto, nunca antes del primer mes y preferiblemente a partir de la sexta-octava semana de vida (cuando ya esta destetado).
Esto también ocurre en los humanos; la infancia es la etapa más importante en nuestra vida, es donde aprendemos a ser lo que somos, y si tenemos poco contacto con nuestra madre esto nos va a afectar de por vida, nos puede crear resentimiento, odio, desapego, depresión, ira o entusiasmo, alegría, competencia. Esto quiere decir que lo que nos enseñen nuestros progenitores en esas primeras etapas será generalmente nuestro destino, a menos que deseemos modificarlo.
Base de la socialización con otros perros:

Durante este periodo el perro se impregna de los comportamientos jerárquicos y sociales de su especie, los que pone en práctica principalmente a través del juego con sus hermanos de camada. Esto resulta básico si queremos que el animal se relacione normalmente con otros perros. Con nosotros es lo mismo. Dependerá de como nos llevemos con nuestros hermanos o si somos hijos únicos, que tipo de familia somos, muy grande o muy pequeña, que tan rápido nos integramos al kínder o a un grupo social.

Si nos mantenemos aislados, lo más normal es que se desarrollen problemas de comportamiento como timidez, inseguridad y desconfianza, y es aquí donde comienzan los problemas de autoridad o como en el perro problemas de jerarquización.

Si un niño no aprendió los comportamientos jerárquicos sociales poniéndolos en practica con su especie (hermanos de camada), no aprendió a socializar con otros grupos y no tuvo el apoyo de sus progenitores, se creara un niño problemático que no tendrá autoestima, y sentirá que lo que tiene y lo que hace no tiene valor ante los ojos de los demás.
El ser humano también es un animal con la diferencia que vive en el pasado y en el futuro desperdiciando el presente, y los animales viven el presente sin importarles que les paso en el pasado ni pensando que van a hacer en el futuro. Por lo tanto viven la vida con más intensidad, disfrutan el momento. Esto no quiere decir que no prevengas tu futuro y que no aprendas del pasado, solamente que vivas cada día como si fuera el último.

Así lo hacen los animales porque la vida en la naturaleza es muy dura: es cazar o ser cazado. Por esto es más fácil rehabilitar a un animal que al ser humano, ya que éste último es demasiado complejo. Por eso somos diferentes y “superiores”.

Por Psc. Vivian Hall Vigoritto
Zooterapeuta

COMO DEJAR SOLO A TU PERRO SIN QUE ENLOQUEZCA A TUS VECINOS


Este artículo fue extraído de www.enplenitud.com


. Mantén al perro en la parte más tranquila de la casa. Un perro con problemas de conducta no puede tener acceso a todos los rincones del hogar.

• Mantén las cortinas o las persianas cerradas. Si no tienes una cobertura apropiada para tus ventanas, prueba colgando una sábana a lo largo de la ventana.
El ambiente oscuro produce un efecto relajante en la mayoría de los perros. Además, de este modo, no habrá estímulos visuales que le provoquen.
Las cortinas, finalmente, atenúan los sonidos provenientes del exterior y proveen excelentes resultados en perros sensibles a alarmas.

• Deja encendido el televisor o la radio a modo de sonido blanco. En muchas casas, cuando los habitantes están presentes, la radio o la TV se encuentran encendidas de la mañana a la noche.
Imagina cuán poderoso es el silencio cuando todos se han ido y, para colmo, la radio y la TV están apagadas. Aparte de enmascarar los sonidos del exterior, dejar encendido el televisor o la radio producirá una sensación tangible de tu presencia.

• Cuando estés por salir, dale al perro un juguete masticable exclusivo para las ocasiones en que se queda solo. Dáselo a tu perro antes de irte, frótalo entre tus manos varias veces antes de salir para impregnar tu esencia en el juguete.
Esta técnica hará que el perro relacione sus instantes de soledad con ese hermoso juguete que sólo aparece en esas ocasiones.

Programas de reeducación para perros que ladran demasiado

¿Por qué hay perros que no dejan de ladrar cuando se quedan solos? ¿Cómo se los debe tratar?

Programa anti-ladridos
Si lo has intentado todo y aún recibes las quejas de tus vecinos en cuanto al comportamiento de tu perro en tu ausencia, deberás insensibilizar a tu perro a través de una reprogramación.

Las reprogramaciones toman su tiempo, y los pequeños progresos paulatinos son una parte necesaria del programa. Prepárate para usar un fin de semana largo o un período de vacaciones antes de iniciar el programa.
En primer lugar, imita tu rutina de partidas diarias. ¿Sueles maquillarte, buscar las llaves, los guantes, empacar un bolso de gimnasio o llevar la basura al contenedor?

Hazle creer al perro que se trata de una partida igual a la del resto de los días.
A continuación, mientras le das su juguete especial de despedida, efectúa contacto ocular y dile al perro, en forma firme y seria, que permanezca tranquilo hasta que regreses.

Procura evitar las escenas desmedidamente emotivas; no le supliques ni implores para que se quede tranquilo. Sólo servirá para cargar emocionalmente la situación y agregar una carga extra de estrés sobre el perro.
Sal de tu casa por un período de tiempo corto. Sólo uno o dos minutos para comenzar. Si normalmente cierras la puerta con llaves, efectúa los sonidos correspondientes a dicha acción, pero no la cierres.

Debes ser capaz de entrar rápidamente si el perro comienza a ladrar, y no será conveniente que comiences a pelear con tus llaves para abrir la puerta. Si esperas por el elevador, llámalo e ingresa en el mismo.

Desciende uno o dos pisos y regresa usando las escaleras. Si el perro no ha ladrado, entra en tu casa y recompénsalo generosamente. Por el contrario, si lo escuchas ladrar, regresa a tu casa y grita ¡¡¡SILENCIO!!! Luego pega media vuelta y vete otra vez.
En esta oportunidad, si el perro ladra, acompaña tu pedido de silencio haciendo sonar una latita de gaseosa con algunas monedas adentro.

Esto será suficiente para silenciar a la gran mayoría de los perros. Recompensa al perro cuando se tranquilice y vuelve a salir.
El objetivo, desde luego, es poder salir por períodos de tiempo cada vez más largos sin tener que regresar y corregir al animal por ladrar. El tiempo afuera debe ser construido en pequeños intervalos.

Establece objetivos (5, 10, 15 minutos) y regresa y recompensa al perro si se ha comportado bien por el período de tiempo establecido.

No esperes por una cantidad de tiempo indeterminada y no entres sólo para corregir los ladridos finales del perro.

El tiempo que ha durado el silencio debe ser recompensado. Todo comportamiento adecuado merece un reconocimiento de tu parte.
La mayoría de los perros que pueden permanecer en silencio por dos horas también podrán hacerlo por ocho o diez.

En cualquier caso, llegar a esa primera hora de silencio puede tomar algún tiempo, y será uno de los objetivos principales de nuestro programa anti-ladridos.
Para los perros que sienten que la atención negativa de tu parte es mejor que la falta absoluta de atención, será necesario que intensifiques tu respuesta.
Cuando regreses, deberás hacerlo en forma calmada, y, esta vez, no gritarás SILENCIO, sino que sacudirás la latita cerca del animal —no hacia el animal—; hazlo sin que el perro te vea apuntarle.

En cualquier caso, este método deberá ser evitado con perros temerosos. La idea es que el perro obtenga una corrección “ambiental” ante sus ladridos, y no una corrección asociada a ti (verbal).
La educación del perro ladrador puede ser tediosa y, muchas veces, frustrante.
No obstante, suele funcionar cuando te tomas el tiempo para hacerlo en forma apropiada —raramente los problemas de ladridos se resuelvan en un día—.

Deja que tus vecinos sepan que no estás ignorando sus quejas, que has comprendido su disconformidad y que estás tomando las medidas necesarias para corregir el problema.

Generalmente, tus vecinos mostrarán buena predisposición al ver que has abordado el tema y que la solución viene en camino.

domingo, 4 de octubre de 2009

Lo que no quieres ver


Hay personas que ven solo lo que quieren ver. Cuando andamos por la calle y vemos tanto perro abandonado, con hambre, solo y desesperado, ¿ nos detenemos a pensar que podemos hacer para ayudar a este animalito?.....creo que pocos lo hacen porque están demasiado inmersos en sus problemas y porque además, solo ven lo que quieren ver y no lo que es una realidad evidente. Otro factor preponderante para no ver esto, es que no queremos involucrarnos, ni complicarnos con nada que no sea nuestra propia vida.
Claro, pensamos ¿y porqué me voy a complicar por un perro callejero?......suficiente tengo ya con mi vida para agregar otra preocupación a las que tengo. Pero no nos damos cuenta que también este perro de la calle con su sufrimiento y abandono, es parte de todos nuestros problemas.....si, porque todo está conectado y si no nos damos cuenta de esto, baste mirar lo que ocurre a tu alrededor para saber que tu barrio, tu calle, tu casa, y tu vida misma tiene relación con el sufrimiento de un perro de la calle. Piensa, hay cientos, miles en todas las calles y barrios de las ciudades del mundo,....¿a donde crees que va todo ese sufrimiento?.....pues, a engrosar todo el sufrimiento que hay en el mundo: el de los ancianos y enfermos que sufren abandono y soledad, el de los niños abandonados en la pobreza y el desamparo, el de todas las personas que sufren dolor y enfermedad sin hallar consuelo ni una mano que les alivie....también los animalitos, todos llevan este karma de sufrimiento por igual....piénsalo otra vez cuando veas el sufrimiento y el abandono de los animales, porque allí están todos los dolores y sufrimiento de la humanidad.