domingo, 21 de septiembre de 2008

Amistad entre perros y gatos



He criado muchas mascotas en mi vida, pero no me había sucedido antes de tener gato y perro juntos, es decir, que se crien juntos. El caso es que tengo dos perros y un gato, que llegó después, cuando los perros ya son grandes, y el chiquito y todo se las arregla para compartir todo con los perros, aunque es riesgoso y el parece saberlo, pero igual, es audaz y corres sus riesgos, como buen gato. Ellos duermen juntos, comen juntos y juegan juntos......parece increíble. Les comparto una imagen que habla de su amistad....
Saludos a todos los lectores de mi blog y a quienes comparten mi afición por los animalitos, les doy un gran abrazo desde aquí. ¡¡

Marcela

MINGO EL GATO DORADO





jueves, 18 de septiembre de 2008

Dale una caricia a Pinky





sábado, 6 de septiembre de 2008

ANIMALES EN EL CIRCO


Cuando nosotros enseñamos a nuestros hijos que una manera de divertirnos es acudiendo al circo, para reírnos con las gracias y hazañas de los animales amaestrados, estamos enseñándoles a disfrutar del sufrimiento ajeno. Cualquier ser vivo que experimente sufrimiento y por el que nosotros sintamos placer y nos divierta verlo sufrir, estamos actuando en forma sádica y equivocada con la naturaleza y sus derechos. Es mas que sabido, que los adiestradores de animales circenses, maltratan mucho a los animales con los que trabajan, a fin de ser obedecidos eficientemente.

Los leones y tigres son encerrados en jaulas pequeñas para ahorrar espacio y facilitar el traslado, luego son constantemente acicateados por látigos y fustas de sus mal llamados adiestradores; tienen dolencias de heridas mal sanadas, dientes quebrados, que nadie atiende. Los elefantes están permanentemente encadenados, son empujados con palos y látigos para que se muevan de un lado a otro, les encierran en verdaderas mazmorras malolientes donde solo ven oscuridad y dolor. Los osos polares, lejos de su hábitat helado, deben permanecer en jaulas calurosas y estrechas, ser constantemente mojados con agua sucia de los mismos baños de los circos, y luego les visten con ropas incómodas que les acaloran hasta la desesperación…..los monos son terriblemente maltratados, tienen su piel generalmente descamada y están llenos de piojos. Cuando alguno de estos desdichados animales tienen crías, muchas mueren por desatención y otras son sacrificadas porque sus propias madres no pueden hacerse cargo de ellas, tan maltratadas y enfermas están. ¿Pueden imaginarse un infierno peor? Tanto es así, que en algunos circos, los animales han preferido escapar desafiando a sus domadores y morir antes que seguir sufriendo. ¿Hay entre los humanos quién no sea capaz de comprender tanto dolor?

Y luego en el circo, sentados en nuestros asientos miramos ansiosamente el escenario en el que actuarán, para disfrutar con sus “gracias”…..¡ no sabemos cuanto sufrimiento conlleva cada “gracia” de estos pobres animales ¡

Los animales, igual que nosotros, sienten tristeza, humillación, dolor, alegría, agradecimiento, rencor. No son diferentes a nosotros excepto en sus derechos. Cuando el ser humano es herido moral y/o físicamente, existen derechos que sancionan a quienes lo provocan. En el caso de los animales, no hay derechos existentes reales. Ud. me dirá que hay sociedades protectoras de los animales que esgrimen los mismos derechos para ellos, y que hay leyes, como la Ley 18.755 de Sanidad y Protección Animal que legislan esto, pero en la realidad estas leyes no llegan a cumplirse pues al momento de actuar, no denunciamos pensando que tal vez los animales no merecen tanta atención…..dice la gente:” después de todo, solo son animales”. Sin embargo esto es un error. Los animales no son inferiores a nosotros, solo son distintos. Si, ellos son nuestros hermanos menores, que solo saben darnos amor y compañía incondicional por lo que merecen también ser queridos y acogidos por nosotros. Quienes no lo entiendan así, van por el camino descendente de la evolución humana y se convertirán alguna vez en animales también. Ojalá que para ese momento, ya hayamos entendido que ellos no sienten distinto que nosotros.