martes, 6 de octubre de 2009

EL MACHO ALFA




Articulo originado en www.enplenitud.com

En las manadas, el concepto de jerarquía implica un escalafón entre los miembros de una manada o grupo. Los perros forman grupos estables y duraderos al igual que las manadas de lobos en libertad. El mando absoluto lo ostenta un macho que normalmente es el que más batallas ha librado y mejores resultados ha obtenido.

Lo secunda una hembra, subordinada al macho, pero que ostenta el segundo grado en el escalafón, es decir, en el caso de los lobos, solo puede ser montada por el macho dominante.

Después de estos dos "patriarcas", la jerarquía se completa con los machos y hembras subordinados quienes al paso del tiempo, se convertirán a su vez, en dominantes bien por la disputa y victoria sobre el Jefe o por la muerte de éste.
Una amiga me comento que sus dos perras se peleaban por la comida y una con tal de ganarle a la otra se comía todo y dejaba a su compañera sin comer, aunque después tuviera que vomitar, me comentó “que mala que es esta perra ¿no?” …y yo le dije: “Los humanos somos peores”.
Respecto de la similitud de actitudes entre los humanos y los animales, hay muchos ejemplos: Tener sexo con la hermana de tu novia no importando que pierdas su amor, por demostrar a tus amigos lo hombre que eres; irte de pinta con tus compañeros de escuela o no estudiar para un examen por irte a una fiesta para quedar bien con un grupo de amigos, aunque te expulsen o te reprueben, coquetearle al esposo de tu amiga para que ella se de cuenta de que eres mejor, aunque pierdas su amistad.
Las consecuencias pueden ser terribles, y lo sabemos, pero nuestro ego o la necesidad de estar en competencia constantemente nos hace cometer todos estos errores.
En el caso de las mascotas, si nosotros perdemos el dominio sobre ellas, es porque encontraron nuestro punto débil, (chantaje); aullar, vomitar ponerse de panza, esconderse. En el fondo es lo mismo que hacen los niños: llorar, berrinche, esconderse, gritar. Ellos, los animales son muy parecidos en ciertas actitudes, a los niños. Esto quiere decir que desde pequeños aprendemos a buscar el punto débil de la autoridad para poder subir de jerarquía.
Qué sucede cuando estamos en la escuela?: queremos ser el más popular o el líder, porque representa al mas guapo o inteligente o divertido, o el que trae más regalos o le compra tortas a sus compañeros. Queremos ser el líder porque obtenemos la mayor atención, pero también adquirimos responsabilidades a las que tal vez no estemos preparados, pero poco importará, dado que harás hasta lo imposible por obtener el poder. (Como en la política, todo buen político debe saber mentir).
En psicología experimental se suele llamar Alfa al individuo de mayor rango y Beta al subordinado. El concepto de dominancia implica una relación asimétrica, entre dos individuos, que se manifiesta en dos niveles de interacción.
El beta recibe la mayor parte de las comunicaciones agonísticas o sea cualquier actividad que incluya agresión, conciliación y retirada, que se producen entre los dos.
También cuando se disputa una fuente de recurso es el Alfa el que la consigue en la mayoría de las ocasiones. Una vez establecidas las relaciones de jerarquía, la agresividad deja de estar presente en casi todos sus actos sociales.

El estrés es más frecuente en los individuos de menor rango, sometidos casi siempre a un continuo "debate" por un aumento de puesto en el escalafón. Por el contrario, en los dominantes, el nivel de estrés crónico disminuye como consecuencia de la falta de agresiones que sufren por parte de los subordinados.

Volviendo al animal, para mantener relaciones estables o equilibradas con sus iguales sin necesidad de enfrentamientos directos y constantes, el perro ha desarrollado todo un lenguaje corporal que establece claramente, "quién manda", en las interacciones cotidianas. El Beta demostrará sumisión cuando se encuentre en peligro de agresión y el Alfa tranquilizará al resto de la manada, con su presencia aplomada y tranquila.
Eso es dominancia por respeto, no por miedo, lo que en el humano se llama DEMOCRACIA.
La tendencia a la dominancia es parte hereditaria y parte educación de la hembra a los cachorros.

El cómo se mantenga esa tendencia una vez que el perro crezca o si llegará a ser o no un rasgo negativo, dependerá de la crianza que le demos nosotros, especialmente en la etapa crucial llamada imprinting, (es la primera huella imborrable que quedará en el animal y que condicionará el resto de su vida, afectando a la socialización con otros perros, con los seres humanos y con su integración en la familia).

Primero aprende las conductas caninas con su madre y sus hermanos de camada. Las experiencias que viven en esta etapa serán fundamentales en el desarrollo y formación de su futuro carácter. Por lo tanto, es fundamental no separarlo de su madre y de sus hermanos demasiado pronto, nunca antes del primer mes y preferiblemente a partir de la sexta-octava semana de vida (cuando ya esta destetado).
Esto también ocurre en los humanos; la infancia es la etapa más importante en nuestra vida, es donde aprendemos a ser lo que somos, y si tenemos poco contacto con nuestra madre esto nos va a afectar de por vida, nos puede crear resentimiento, odio, desapego, depresión, ira o entusiasmo, alegría, competencia. Esto quiere decir que lo que nos enseñen nuestros progenitores en esas primeras etapas será generalmente nuestro destino, a menos que deseemos modificarlo.
Base de la socialización con otros perros:

Durante este periodo el perro se impregna de los comportamientos jerárquicos y sociales de su especie, los que pone en práctica principalmente a través del juego con sus hermanos de camada. Esto resulta básico si queremos que el animal se relacione normalmente con otros perros. Con nosotros es lo mismo. Dependerá de como nos llevemos con nuestros hermanos o si somos hijos únicos, que tipo de familia somos, muy grande o muy pequeña, que tan rápido nos integramos al kínder o a un grupo social.

Si nos mantenemos aislados, lo más normal es que se desarrollen problemas de comportamiento como timidez, inseguridad y desconfianza, y es aquí donde comienzan los problemas de autoridad o como en el perro problemas de jerarquización.

Si un niño no aprendió los comportamientos jerárquicos sociales poniéndolos en practica con su especie (hermanos de camada), no aprendió a socializar con otros grupos y no tuvo el apoyo de sus progenitores, se creara un niño problemático que no tendrá autoestima, y sentirá que lo que tiene y lo que hace no tiene valor ante los ojos de los demás.
El ser humano también es un animal con la diferencia que vive en el pasado y en el futuro desperdiciando el presente, y los animales viven el presente sin importarles que les paso en el pasado ni pensando que van a hacer en el futuro. Por lo tanto viven la vida con más intensidad, disfrutan el momento. Esto no quiere decir que no prevengas tu futuro y que no aprendas del pasado, solamente que vivas cada día como si fuera el último.

Así lo hacen los animales porque la vida en la naturaleza es muy dura: es cazar o ser cazado. Por esto es más fácil rehabilitar a un animal que al ser humano, ya que éste último es demasiado complejo. Por eso somos diferentes y “superiores”.

Por Psc. Vivian Hall Vigoritto
Zooterapeuta

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