lunes, 26 de mayo de 2008

Breve historia de Pinino, el gatito dorado

Un día llegó a mi jardín un pequeño gatito dorado, atigrado, de ojos enormes y curiosos...
Lo increíble es que el se subió a un árbol y ahí estuvo dos días huyendo de mis perros y maullando como un loco. Lo traté de bajar muchas veces pero nada, se iba a la copa del árbol y ahí se quedaba abrazado a una rama, imposible de llegar hasta allá. Estaba por llamar a los bomberos (ellos bajan gatos de los árboles no?) cuando el pequeño bajó solo, se paró delante de mi, tan diminuto como era, y me miró entrecerrando los ojos, maulló tan lastimeramente que me partió el corazón. Desde ese día el gatito y yo fuimos uno solo, yo lo tenía siempre en mis brazos pues los perros se lo querían comer, y por las noches dormía conmigo en mi dormitorio. Los celos de los perros empezaron a pasarme la cuenta y encontraba todas las mañanas pedazos de ropa o toallas que había dejado afuera, completamente hechos pedazos.....así las cosas el gatito (Pinino) no me soltaba ni yo a él........¿que pasó entre nosotros dos que nos flechamos así?.....ese es el secreto y el misterio de los gatos....no por nada los egipcios les adoraban....
Este video lo tomé cuando estábamos a dos días de su espontánea bajada del árbol.

COMO VEN LOS PERROS ?

La visión de los perros




Como seres humanos, gran parte de nuestra vida se basa en la confianza que tenemos a la información percibida por nuestros ojos. Imagina si intentaras llevar a cabo tus rutinas diarias con los ojos cerrados... Los perros, por su parte, usan su visión en combinación con su agudo sentido del olfato y su impecable audición. Tiene sentido, en consecuencia, que posean una vista menos desarrollada que la nuestra. Se cree que, en términos de discernimiento de detalles, la visión de los perros es cinco veces más pobre que la de los seres humanos. Donde una persona puede ser capaz de distinguir un objeto a 90 metros de distancia, el perro necesitará estar a 20 metros del mismo para percibirlo. Asimismo, el espectro de colores visibles para los perros es mucho menor al que nosotros tenemos. Esencialmente los perros ven el mundo en dos tonalidades básicas: azul y amarillo. Ellos son incapaces de diferenciar entre el verde, el rojo y el naranja, y, efectivamente, no ven muy distinto a las personas daltónicas.

La capacidad visual de los perros, en lo relativo a la profundidad de la percepción, también es pobre si la comparamos a la visión humana. Esta propiedad de la vista humana se caracteriza por el hecho de que nuestros campos visuales coinciden en su parte central. Esto no ocurre en el caso de los perros, cuyos ojos están ubicados lateralmente a los costados de sus cabezas. Desde luego, la posición de los ojos varía según la raza, pero en comparación con los seres humanos, la profundidad de la percepción de los perros es mucho más pobre.

Mientras que la visión humana supera a la canina en muchas formas, existen asimismo otras formas en las que la visión canina es superior. El ejemplo más notable de esto es su visión nocturna. Los perros —y muchos otros animales— poseen una superficie en la parte posterior de sus ojos llamada tapetum lucidum. El tapetum lucidum es una estructura ocular que le da a los caninos la habilidad mejorada de ver en baja luz. Este tejido delgado y refractario se ubica detrás de la retina y refleja la luz de vuelta a la misma, dándole a la retina una segunda oportunidad de absorber luz. Asimismo, este tejido es la razón por la que los ojos de tu perro se ven brillantes en la oscuridad y por la que suelen salir rojos en las fotografías. Por otra parte, los perros tienen otras características visuales ausentes en los humanos, y la mayor parte de las mismas tienen que ver con las cualidades de caza. Por ejemplo, los perros tienen una particular sensibilidad a los movimientos. En este sentido, ellos son capaces de detectar el movimiento de un objeto u otro animal a más de 900 metros de distancia. Los perros, asimismo, tienen una excelente visión periférica. Las personas tienen un rango visual que, a duras penas, alcanza los 180º alrededor de ellas mismas, mientras que el rango visual de un perro supera los 250º. Una vez más, esto está relacionado a la posición lateral de sus ojos.

Sin dudas, existen muchos misterios acerca del mundo visual canino que el hombre debe descubrir. Después de todo, es imposible para nosotros describir su visión más allá del reino de lo que nosotros podemos ver. En consecuencia, la próxima vez que veas a tu perro mirando fijamente al espacio, recuerda que su mundo visual es diferente al tuyo o al mío. Al aceptar estas diferencias, podemos comprender y apreciar mejor a los perros en nuestras vidas.

Extraído de www.enplenitud.com