


El destino de los animales de la tierra y el nuestro, es el mismo. Al igual que nosotros, ellos sufren los embates del cambio climático y todo lo que deriva de ello. La prueba de esto lo vemos a diario en las noticias de todo el mundo. Tanto el hombre como los animales sufren el mismo destino en el momento de una catástrofe climática.
Basta recordar las dramáticas circunstancias del rescate de los perros y gatos – por no nombrar todos los otros animales de crianza y pastoreo – de Chaitén, al sur de nuestro país, a propósito de la actividad volcánica que se ha desatado en esa región desde hace varios meses. Estos animales no pudieron ser rescatados junto a sus amos pues no había lugar para ellos en los helicópteros y barcazas en donde se llevó a cabo el rescate. Y tuvieron que quedarse en la zona, abandonados a su suerte y sufriendo todos los efectos del volcán. Sé que algunos murieron, pero afortunadamente, la mayoría pudo ser rescatada y luego fueron entregados de vuelta a sus amos que les esperaban con ansiedad y preocupación, sobre todo los niños, que son los mas sensibles al sufrimiento animal. Otros están aún en proceso de adopción, pero sufren. Me parte el corazón esta tragedia, pero esto seguirá ocurriendo. Vendrán muchas otras tragedias y mas animales sufrirán o morirán, y otros con mas suerte, podrán ser rescatados pero estas cosas están lejos de detenerse, es mas, creo que aumentarán.
Si vamos aún mas al sur, observamos que los hielos eternos se están derritiendo; lo último y mas preocupante fue el parcial derretimiento del Glaciar Perito Moreno, ubicado en la Patagonia Argentina. Este glaciar tiene mas de 400 años de antigüedad, es enorme, 200 Km cuadrados aproximadamente, y hace unos días atrás, se cayó una parte de su gigantesca estructura. Con esto, la fauna de estos continentes helados también desaparecerá. Los osos polares, las focas y los pingüinos, por nombrar los mas conocidos, tienen su habitat natural en estas zonas, y con el derretimiento de los hielos, están condenados a morir, irremediablemente. No hay un lugar en el mundo que pueda asemejarse en temperatura, a los hielos eternos.
Por otro lado, están muriendo las selvas tropicales. Con el aumento de la tala indiscriminada, la selva pierde sus nutrientes naturales, la sombra protectora de los fuertes rayos solares y por lo tanto, todo animal que tiene su habitat en estas selvas, muere por falta de alimento y protección del medio ambiente. Cada año mueren en las selvas tropicales que se ven diezmadas por los incendios y las talas, mas de 5 mil especies nativas, entre las que se cuentan especies en proceso de extinción y otras aún desconocidas por el hombre. Estas extinciones se volverán masivas en el futuro cercano debido a los rigores del cambio climático. A estas extinciones, seguirá, indudablemente, la del hombre, pues como ya sabemos, todos los seres vivos se complementan para la vida.
Desaparecerán los peces por la contaminación que se hace continuamente de las aguas al arrojar deshechos en los mares y ríos; con esto se agotará la fuente de alimento para muchos otros animales acuáticos y paralelamente, para el hombre.
La contaminación de los pastos por los pesticidas y polución ambiental, agregado a las inundaciones que sufrirán los campos con el desborde permanente de las aguas, seguido de períodos prolongados de sequía, acabarán con todos los animales de pastoreo y labranza, dejando nuevamente al hombre, sin fuentes de alimento y sometido al mas temido destino: morir de hambre.
Si, estamos ligados al destino de los animales, porque es el mismo destino. Vivimos en el mismo planeta que ellos y solo hay una diferencia. Ellos no han hecho nada para provocar esta catástrofe en cierne. Nosotros lo hemos hecho todo y la deuda que deberemos pagar para con ellos al destruir su mundo, será morir con ellos.
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